Nota de contenido |
Carlo Petrini, presidente internacional de Slow Food, ha presentado su libro Buono, pulito y giusto traducido al español. Resume un conjunto de ideas y acciones destinadas a preservar y defender la biodiversidad alimentaria y la cultura gastronomica. Esta publicado por la editorial Polifemo en su coleccion Carpe Diem.Todavi a hay quien piensa en los gastronomos como en una cuadrilla de tragones egoistas, despreocupados por todo lo que les rodea y que suelen pertenecer a la elite de los poderosos. Desde luego, la comida puede y deberia ser un placer ( al que todos tenemos derecho ), pero comer, en palabras de Carlo Petrini, es tambien un acto agricola : seleccionando alimentos de buena calidad, productos que respeten en sus procesos de produccion el medio ambiente y las tradiciones locales, favorecemos la biodiversidad y una agricultura justa y sostenible. Por consiguiente, si alimentarse es un acto agricola , producir debe ser un acto gastronomico , que reuna, al menos los tres requisitos mencionados en el titulo : bueno, limpio y justo. - Un panorama poco alentador - Gastronomia y nueva gastronomia - La calidad como objetivo - Tres ideas para poner en practica - Hacer realidad - Conclusion «Tenemos hambre de cambio. Entonces, ¿por que no darnos un proyecto? Propongo la construccion de una red global de nuevos gastronomos, que establezca una alianza entre las distintas comunidades del alimento». Todavia hay quien piensa en los gastronomos como en una cuadrilla de tragones egoistas, despreocupados por todo lo que les rodea y que suelen pertenecer a la elite de los poderosos. Desde luego, la comida puede y deberia ser un placer (al que todos tenemos derecho), pero comer, en palabras de Carlo Petrini, es tambien un «acto agricola»: seleccionando alimentos de buena calidad, productos que respeten en sus procesos de produccion el medio ambiente y las tradiciones locales, favorecemos la biodiversidad y una agricultura justa y sostenible. Por consiguiente, si alimentarse es un «acto agricola», producir debe ser un «acto gastronomico», que reuna, al menos, los tres requisitos mencionados en el titulo: bueno, limpio y justo. A traves de fragmentos autobiograficos (desde la historia de los pimientos de Costigliole d’Asti hasta el encuentro con las culturas campesinas de Mexico, Escandinavia o Africa.), sazonados con meditadas reflexiones, datos estadisticos y propuestas concretas, el autor nos permite comprender lo extensa que es, hoy, la galaxia de las disciplinas y los diferentes "savoir faire" que gravitan en torno a los alimentos. |