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Luego de ubicar a Angel F. Rojas entre los ensayistas de temas literarios de su generacion, la autora sustenta la vigencia del critico lojano. Mas alla de que no exista, en el siglo XX, ningun otro estudio de similar alcance sobre la novela ecuatoriana, plantea que los meritos de esta obra radican en los criterios de periodizacion empleados; en que los juicios emitidos se sustentan en criterios esteticos, y en que jerarquiza las obras de acuerdo a su valor literario; no se trata de critica impresionista o biografista, ni sesgada negativamente por consideraciones ideologicas. Rojas incluye, entonces, tres rasgos propios de la moderna critica literaria: el deslinde, el establecimiento de jerarquias y la emision de juicios sustentados en la literaturidad de las obras. Un buen numero de las conclusiones del autor mantiene actualidad; igual ocurre con la significacion de muchas de ellas en el canon del pais. El texto de Rojas inicia la moderna critica literaria ecuatoriana, y mantiene su lugar referencial entre los estudios de la novela en este pais. PALABRAS CLAVE: Literatura ecuatoriana, Angel F. Rojas, novela ecuatoriana, critica literaria, critica latinoamericana. ANGEL FELICISIMO ROJAS (Loja, 1909-Guayaquil, 2003) es uno de los escritores ecuatorianos mas reconocidos. Caracterizado por su solidez conceptual, profundidad reflexiva y rigor formal –evidentes en los dos generos literarios que cultivo–, su obra mantiene vigencia, tanto para lectores cuanto para estudiosos del presente siglo. Como narrador, contribuyo en lo tematico y lo estetico a la modernizacion literaria ecuatoriana entre las decadas de 1930 y 1950; como ensayista, es autor de un texto clave en la historiografia critica del pais, La novela ecuatoriana (1948). Sobre ese tema no existe ningun otro estudio de igual alcance en el siglo XX; sin embargo, no por ser el unico, sino por sus propias caracteristicas, puede afirmarse que es uno de los que dio inicio a la moderna critica literaria del pais: primero, debido a los criterios de periodizacion empleados; segundo, por tratarse de un analisis que emite juicios sustentados y que categoriza las obras de acuerdo a su valor literario –determinado por la tematica, la estetica y el lenguaje, y la construccion de personajes. Un buen numero de las conclusiones del autor mantiene actualidad, asi como la significacion, en el canon del pais, de la mayor parte de las novelas que revisa. Estudiar a un critico literario del siglo XX en el Ecuador constituye todavia un desafio. Primero, porque no existe suficiente numero de ellos hasta bien entrada la decada de los 70, de tal forma que no se justifica hablar primordialmente de generaciones en el analisis. En segundo lugar, porque no se cuenta con otro texto de alcance similar al de Rojas, sobre nuestra novela. Usualmente se ha revisado la produccion narrativa del pais dentro de historias generales de literatura o, en el caso de ensayos exclusivos sobre ese genero, ellos se enfocan en periodos mas circunscritos; es el caso de Panorama de la literatura ecuatoriana (1938), Historia de la literatura ecuatoriana (1944-1955), El nuevo relato ecuatoriano (1951) y de La moderna novela ecuatoriana (1958), de Augusto Arias, Isaac J. Barrera, Benjamin Carrion y Edmundo Ribadeneira, respectivamente. Queda pendiente realizar, entonces, 152 / KIPUS Kipus 25, I semestre 2009 un estudio comparativo entre estas obras y la de Rojas, lo cual es motivo de otro ensayo. |
