No estamos ante una novela típica del siglo XIX. Una historia de amor apasionada en la que están envueltos unos seres depravados, implacables, con deseos de venganza, de pasiones violentas y tendentes a la destrucción, que hasta producen rechazo al lector que llega a condenarlos, y que provocó estupor y perplejidad absoluta en el momento de su publicación.