Gracias a la mediación especial de Shinobu Kocho, Tanjiro y compañía se quedan en su residencia hasta que sus heridas sanan por completo y posteriormente entrenan para dominar una nueva habilidad: la respiración de concentración total continua.
Más tarde el grupo sube a bordo del Tren Infinito, donde junto a Rengoku, el pilar de llamas, exterminan a un demonio que atacaba a los pasajeros. Sin embargo, todo esto ocurría dentro de un sueño creado por otro demonio...
¡Tanjiro y los demás quedan atrapados en un mundo onírico sin fin!